La cantidad de información que circula por Internet es incalculable, pero no todo lo que leemos proviene de fuentes fiables. En esta nota analizaremos en qué información confiar.
Google es el motor de búsqueda que lidera por amplio margen, las preferencias de los usuarios de Internet.
A través de él podemos encontrar prácticamente toda la información que circula por Internet, sin embargo, en muchos casos podemos caer en sitios de los cuáles sabemos poco o nada sobre el autor o autores que publican allí, lo mismo puede ocurrir en foros o en redes sociales donde en muchos casos, desconocemos quién está detrás de un “nickname”.
Lo primero que hay que cuidar es que cualquiera puede escribir o publicar en internet. No se necesita tener una página, ni pagar a un programador. El simple hecho de entrar a Wikipedia y presionar editar nos da la oportunidad de escribir lo que sea. No por estar en internet significa que quien lo escribe es alguien confiable.
El sitio debe estar siendo actualizado de manera regular. El artículo debe tener su fecha de edición y, por supuesto, debe estar firmado por un profesional de la salud. Junto a esto, todo sitio confiable debe tener un apartado de “Acerca de” o “Quiénes somos”, donde debe venir toda la información de quiénes son los autores, quiénes publican, qué especialidad tienen, dónde trabajan, etc.
Una manera rápida de saber si el sitio ha pasado por algún control de calidad, estandarizado y reconocido a nivel internacional, es viendo si tiene certificaciones como El HONCode que verifica 8 puntos importantes en las páginas de internet que tienen información en salud. Estos puntos abarcan la autoría, las referencias, la actualización, la transparencia, la honestidad, entre otros.

Google es el motor de búsqueda que lidera por amplio margen, las preferencias de los usuarios de Internet.
A través de él podemos encontrar prácticamente toda la información que circula por Internet, sin embargo, en muchos casos podemos caer en sitios de los cuáles sabemos poco o nada sobre el autor o autores que publican allí, lo mismo puede ocurrir en foros o en redes sociales donde en muchos casos, desconocemos quién está detrás de un “nickname”.
Lo primero que hay que cuidar es que cualquiera puede escribir o publicar en internet. No se necesita tener una página, ni pagar a un programador. El simple hecho de entrar a Wikipedia y presionar editar nos da la oportunidad de escribir lo que sea. No por estar en internet significa que quien lo escribe es alguien confiable.
El sitio debe estar siendo actualizado de manera regular. El artículo debe tener su fecha de edición y, por supuesto, debe estar firmado por un profesional de la salud. Junto a esto, todo sitio confiable debe tener un apartado de “Acerca de” o “Quiénes somos”, donde debe venir toda la información de quiénes son los autores, quiénes publican, qué especialidad tienen, dónde trabajan, etc.
Una manera rápida de saber si el sitio ha pasado por algún control de calidad, estandarizado y reconocido a nivel internacional, es viendo si tiene certificaciones como El HONCode que verifica 8 puntos importantes en las páginas de internet que tienen información en salud. Estos puntos abarcan la autoría, las referencias, la actualización, la transparencia, la honestidad, entre otros.










